La construcción industrializada va ganando interés en España. Factores como la dificultad de encontrar mano de obra cualificada, la posibilidad de minimizar las desviaciones en los plazos de ejecución del proyecto, el control de la producción, la calidad y costes, -muy variables en los últimos tiempos-, así como tener la capacidad de controlar y disminuir la contaminación de la quinta industria más contaminante a nivel global, hacen que la industrialización se presente como una alternativa para dar respuesta a la situación actual.
La construcción industrializada es realizada en un ambiente controlado. Esto permite analizar las diferentes fases de trabajo. Este análisis fomenta la automatización de procesos productivos y un mejor control y gestión de las materias primas, los residuos y la contaminación. La industrialización puede reducir la contaminación hasta un 60%.
Una vez que todos los componentes han sido ejecutados y han pasado controles de calidad exhaustivos, son enviados a la obra bajo una rigurosa planificación de montaje. En ese momento, todos los elementos ejecutados por los distintos agentes industriales son coordinados e implementados en lo que será la construcción final.
Este tipo de construcción permite tener unos centros de trabajo de obra más limpios, organizados y seguros. La reducción de los deshechos, la contaminación acústica y la interrupción del tráfico es notable y mejora el bienestar de los ciudadanos y el medioambiente.
“En ESPIREA somos conscientes de los avances de la industrialización y la necesidad de incorporarla en nuestros proyectos para ser un referente en el mercado. Bajo la modernización de la construcción, trabajamos para ser los aliados perfectos del cambio. Apostamos por la sostenibilidad y la industrialización como la clave para ofrecer soluciones integrales e innovadoras”, ha considerado Eugenio Sánchez-Ramade, CEO de ESPIREA.
7 ventajas de la construcción industrializada
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Mayor control de calidad en la fabricación de los elementos.
- Al tener lugar en una fábrica, se puede monitorear y asegurar una mayor precisión en las medidas y en la calidad de los materiales utilizados y sus acabados.
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Control y seguimiento de la obra, garantizados.
- La digitalización y automatización son grandes aliados, pues nos permiten disminuir el margen de error en el proyecto y, por tanto, garantizar un producto de máxima calidad.
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Mejora la eficiencia en el proceso constructivo.
- Se tienen una mayor certeza el tiempo de construcción en comparación con el método tradicional, reduciendo los posibles retrasos. Además, al trabajar con componentes industrializados se puede reduce el tiempo de instalación en obra, ya que estos elementos ya vienen con los elementos previstos para la instalación de otros componentes o instalaciones necesarias para otros oficios dentro de la obra. El resultado: inmuebles viables y más rentables.
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Reduce la dependencia de la climatología, factor determinante para evitar retrasos.
- Además, al estar protegidos de las inclemencias del tiempo, los elementos de construcción están protegidos de daños causados por la humedad, el viento o la lluvia.
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Profesionalización y seguridad laboral.
- Este proceso fomenta la especialización al requerir el conocimiento de tareas específicas. Además, los accidentes laborales suelen descender, ya que gran parte del proyecto se realiza en planta.
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Apuesta por la sostenibilidad.
- Combinar diversos elementos, contar con una estructura única, recurrir a recursos materiales sostenibles para disminuir los desperdicios en procesos controlados en fábrica constituyen una alternativa con un menor impacto medioambiental que las obras tradicionales.
El desarrollo de los elementos industrializados, diseñados para proyectos específicos, requiere de una planificación de producción pormenorizada. Ante este escenario, se demanda un cambio y una evolución en todos los procedimientos, tanto de diseño como contratación y producción propia de los proyectos.
Para que la industrialización sea una realidad en la construcción, es esencial apostar por herramientas innovadoras -como la metodología LEAN, el uso de BIM y proyectos colaborativos-que permitan aportar valor diferencial en cada obra. En ESPIREA, además, tenemos el propósito de liderar el cambio en la construcción a través de una búsqueda constante de oportunidades basadas en tecnología y talento.
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